Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (07/02/1968)
7 de
febrero de 1968
Mi
querido Ricardo: Vuelvo a escribirte hoy, porque anoche tuve una conversación con
uno de los jóvenes del Circle que están detrás de las negociaciones para
levantar el departamento, y saqué en limpio lo siguiente. Si no te han escrito
aún con propuestas concretas ha sido por timidez, y no otra es la causa de su
vacilación. Temen ofrecerte un sueldo que te parezca pequeño, aunque las cantidades
en que piensan son altas (por encima de los $24.000 desde luego). Otra cosa:
creen que tú no aceptarías hasta que no hubiera en el departamento otras
personas que fueran de tu agradado [sic],
y en efecto parece que están detrás de Philips (que estoy seguro no irá, pues
antes se volvería aquí), y le han ofrecido a Homero Castillo 24.000; según me
dice, ambos recomendados por tí. Bueno, yo le dije a este muchacho que se
dejaran de especulaciones necias y, si como dice, desean por encima de todo conseguirte,
te hagan la propuesta que sea, porque para discutir cantidades siempre hay
tiempo, y no dejen que se les pase la oportunidad, pues a lo mejor te invitan
de alguna universidad de Nueva York y aceptas, y entonces van a quedarse a la
luna de Valencia. Que hay que aprovechar el famoso cuarto de hora, les dije. En
fin, la cosa es que no hay en verdad chairman, y las gestiones carecen de una
dirección fija. Este chico me preguntó si yo sabía algo de ti y le dije que ni
una sola palabra, pero que si yo supiera con seguridad que la situación era tal
como me la describe, podría enviarte un recado para que lo sepas; pero que si
se demoran mucho hay el peligro de que pienses que no tienen formalidad. Bueno,
así están las cosas.
De
Sobejano tuve carta explicándome todo, y por lo que me dice tengo la impresión
de que ha hecho el bobo como hace un año le pasó a otro ilustre personaje que
tú bien conoces; es decir, que ha decidido quedarse a base de promesas de pura
boquilla, para ser olvidadas tan pronto como haya pasado el peligro de ruptura.
Las instituciones son unas putas, y nosotros no podemos dejar de tratarlas cual
caballeros españoles que somos; pero para esas putas nuestra conducta es de
pendejos; así la interpretan. Te diré cuando haya ido a Nueva York, que será en
la semana que viene, qué impresión saco de allí. Respecto del Circle, tú verás
si no te parece oportuno ponerle una notita personal a Compton diciéndole que
has recibido un recado de mi parte a base de una conversación mía con Algarín,
y que si es cierto como te he dicho que tienen interés en capturarte te hagan
una propuesta concreta. (Ah, también le dije a ese chico que, al contrario,
sería una muestra del mayor respeto para tí, y más práctico, que te
encomendaran, una vez allí, la recluta de nuevos genios.)
Otra
cosa: quiero consultarte lo siguiente. Prentice-Hall me pide que ponga sendos
prólogos a cada uno de los dos tomos de una antología de literatura
hispanoamericana que proyectan publicar para cuando las ranas críen pelos; y me
ofrece $250 por cada uno. El trabajo es poco, ya lo sé; pero lo que quieren es
el nombre. Yo no tengo idea de lo que suele pagarse por eso, pero tal cantidad
me parece bastante mezquina. Tú que tal vez tienes más experiencia o mejor
información, ¿podrías decirme qué te parece? Hasta que tú no me digas no pienso
contestarles.
Y
nada más. Saludos y un abrazo
Ayala.-