Las cartas de Francisco Ayala sobre

Damián Bayón

Damián Bayón. Buenos Aires, 1915-París, 1995.

Historiador y crítico de arte, escritor y profesor, conoció a Francisco Ayala en Buenos Aires, en 1946, durante el velatorio de Pedro Henríquez Ureña.


Por mediación de Ayala fue profesor invitado en la Universidad de Puerto Rico entre 1954 y 1958. Vivió en París en diferentes periodos y allí se doctoró por la Sorbona en 1964. Acompañó a Francisco Ayala en su primer viaje de regreso a España en 1960. Existe una edición anotada de la correspondencia entre Ayala y Bayón.

cartas 1 al 5 de 9
FECHA
15/09/1955
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Jaime Benítez
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Jaime Benítez (15/09/1955)

Nueva York, 15 de septiembre, 1955.

Queridos amigos Lulú y Jaime:

Aunque todavía indirectas, ayer tuvimos por fin noticias de ustedes por conducto de algunos amigos que se decidieron a escribirnos; y así, cuando nos prometíamos ver aparecer a Lulú con la encantadora primogénita, nos enteramos de que el hígado –y no sólo el hígado sigue dando qué hacer.

Es poco lo que nos ha llegado de la nueva ofensiva, o porquería, en marcha. Por los antecedentes que tengo, puedo colegir cuales son las fuentes individualísimas; y me parece que están dando las últimas patinadas. Pero, claro está, ignoro los factores más importantes del juego y temo que por carta no va a haber quien me revele el secreto de esfinge, si es que hay tal, pues a lo mejor pasa como en el cuento de Oscar Wilde.

Ya sé que don Luis regresó, pero tampoco tengo mayores noticias de su viaje, sobre todo en la última fase, que como experiencia era la más interesante. Supongo que habrá presenciado corridas de toros y perfeccionado su técnica de espectador impasible e interesado en el espectáculo. Ojalá haya sacado de todo lo que ha visto buenas lecciones en diferentes órdenes de cosas.

Nosotros fuimos sólo una vez a los toros en Méjico; a Nina chica le gustó la corrida y sacó infinitas fotografías que todavía no hemos visto reveladas. En realidad, ella ha sido quien más fruto ha sacado de nuestro viaje. Ha fotografiado en colores innumerables edificios, ha establecido contacto con los ambientes profesionales, ha conversado con diversos arquitectos, ha visto proyectos, y como todo esto le gusta mucho, ha aprendido al tiempo mismo que gozaba, agregando asi una experiencia más a su formación. Ahora, todavía no ha regresado a la escuela, pues este año el semestre empieza muy tarde: el 29.

En cuanto a mí, ya he estado esta semana en Princeton, haciendo contacto con la gente de allí (no todavía con los estudiantes, sino con la gente del departamento y los jóvenes profesores que van a trabajar a mi lado). La impresión ha sido magnífica, pues me he encontrado por parte de todos la acogida más cordial. Hemos discutido el plan de trabajo, y pronto me dí cuenta de que esperaban, no sólo que dicte un curso, sino que organice y dé estructura a lo que hasta ahora ha venido siendo un proyecto vacilante y un tanto desflecado. Creo que puedo hacerlo, pues se trata de un tema que yo he trabajado bien y mucho durante años, y por otra parte no soy tan viejo como para poner mi vanidad y mis manias por encima de los intereses objetivos que se me confían; así es que tengo la esperanza de hacerles un trabajo útil, tanto más que, si no me engaña la primera impresión, contaré con la buen fe y mejor voluntad de los que han de ser mis colaboradores, sin lo cual poco podría hacerse en un semestre. Esta experiencia será muy buena para mí desde diversos ángulos; en realidad, es mi primer contacto verdadero con los americanos.

Ayer recibí una carta de Torres-Rioseco donde, en el tono jocoso que constituye su estilo personal, se lamenta de la impericia del fotógrafo a quien confió la tarea de inmortalizarnos ante los libros de la Editorial, y me envia unas películas (las mismas que yo incluyo en esta carta) como prueba del fracaso. Yo creo que no van a servir de nada, sobre todo por el retraso con que llegan; porque, mejores o peores, siempre hubiera podido hacerse algo con ellas si hubieran llegado antes. Por verguenza, no se las remitió directamente a usted como había quedado en hacer.

Incluyo también el informe reglamentario sobre mi viaje. El punto relativo a Cline debo complementarlo: ya he recibido la invitación oficial, y la designación de miembro de una mesa redonda sobre Latinoamérica; las reuniones son en Princeton, los dias 28 y 29 próximos. Me gustaría recibir de usted alguna directiva, o al menos su conformidad sobre que conviene obtener una recomendación en el sentido indicado, o qué si no.

Me ha llegado una postal de Bayón, muy eufórico, desde Santa Margarita, diciendo que su libro va por la pag.50. Por el tono, me doy cuenta de que no le envío usted mi feroz misiva. Más vale así. Después de todo, hay que tener indulgencia con los amigos y sus pequeñas desconsideraciones y egoismos, cuando hay tanto hijo del procomún suelto por ahí y dispuesto a amargarle la vida al lucero del alba.

Aunque de buena gana me pasaría horas y horas escribiéndoles, como las que solía pasarme bajo el palo de su casa charlando de lo divino y humano, y también de lo inhumano y de lo infrahumano, por carta no podría hacerlo sin demasiado cansancio de los lectores y del que escribe. Así, pongo punto, y me prometo reanudar el hilo cuando tenga respuesta de ustedes.

Un gran abrazo (familiar). Cordialmente les quiere

Ayala.-


FECHA
14/05/1957
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Eduardo Mallea
DESTINO
95, Avenue Kléber
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] EDITORIAL UNIVERSITARIA / UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / RIO PIEDRAS. P. R.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo Eduardo Mallea

Carta de Francisco Ayala a Eduardo Mallea (14/05/1957)

14 de mayo de 1957

Sr. Eduardo Mallea

Embajador de la República Argentina

95, Avenue Kléber

PARIS XVIe, FRANCE

Querido Eduardo:

Tus cartas llegan por fin a esta islita maravillosa después de recorrer el mundo; tanta más alegría me traen. Al final, para que no se diga que es falso aquello de la vanidad de los propósitos humanos, tuve que renunciar a la parte más atractiva de mi viaje y regresarme desde la India, sin haber visto más que una pequeña parte de lo que me proponía, y eso por varias razones, entre ellas la escasez de recursos pecuniarios. Estuve sólo en Bombay y New Delhi, por ese orden, y no podría describirte la impresión que me hizo la primera de ambas ciudades. Supera a cuanto me imaginaba y a cuanto yo estaba preparado a encontrar. Es un trópico alucinante (a pesar de que conozco mucho, parecido, juntando mis experiencias del Brasil y de las Antillas) y lo que más me fascina es la multitud de ojos clavados sobre uno. Es como si de pronto todas las estrellas del cielo tomaran conciencia y se pusieran a observarnos, medio distraídas, medio burlescas y sabiéndose también mortales. Esta sensación anonadadora supera a todo lo pintoresco e inunda ese mundo de formas infinitamente varias, en donde la decadencia parece sobrepujada por lo que sigue naciendo con su destino a sucumbir quizás enseguida, pero de cualquier manera pronto.

Voy a confesarte que en mi desistimiento de continuar el viaje descubro ahora un ingrediente de terror que me hace ver como pretextos bien aprovechados las que en su momento me parecieron razones válidas. Es terror a uno mismo, a hundirse para siempre. Y sin embargo, creo que volveré alguna vez, tomando la ruta opuesta, es decir la del Pacífico.

Al enviarme tus cartas me dice Nina, hija, que tiene también el anuncio postal de los libros remitidos desde Buenos Aires. Le he dicho que los retenga un poco, porque quizás yo vaya a Nueva York a hacerle una visita de algunos días; si esto no cuajara, se los pediría para que me los envíe aquí, pues tengo muchos deseos de leerlos, como bien puedes imaginarte, tanto los nuevos, como las Notas de un novelista que hace tanto tiempo se me vienen escapando de entre las manos. Cuando los haya leído te escribiré con mis impresiones.

Continúo trabajando en mi novela, sin prisa, pues mi ritmo es muy lento para la invención literaria, pero ahora también sin cesar. Ya tengo en limpio la mitad; no va a quedar muy voluminosa, por lo que puedo darme cuenta. Creo que va a hacer [sic] un libro aun más desagradable que el anterior, a pesar de que éste ya lo era bastante y ha habido quien no ha podido tragarlo y quien ha reaccionado de un modo casi histérico, que es el tono de una carta de María Zambrano, recién recibida, donde se queja de su eficacia corrosiva. Quizás tienen razón, y quizás sea bueno –literariamente– dar a mi nueva novela un contrapunto de inocencia y buenos sentimientos a cargo de algunos personajes femeninos que compensen la brutalidad despiadada del resto.

Perdona que monologue contigo sobre estas cuitas mínimas de escritor que a nadie confiaría sino a quien sé que las padece por su parte.

Verías, supongo, publicado en el diario el artículo sobre la Universidad. No es el final de cuentas sino una parte pequeña de cuanto habría que decir. Ayer mismo leo una información sobre los motines de los estudiantes de medicina en protesta contra el examen de ingreso....

La descripción, o las alusiones, mejor dicho de la primavera en París, que contiene tu carta le han puesto los dientes largos a Bayón, a quien leí el párrafo, e incluso a mí mismo no obstante haber estado ahí hace poco tiempo, durante el no menos bello invierno. No dejen ustedes de aprovechar su estada con toda la posible intensidad. Dile de mi parte a Helena que se olvide de sus decaimientos y tome la vida con más apetito, porque en cierta medida también puede elegirse a voluntad entre lo bueno y lo malo, lo agradable y lo desagradable que las circunstancias presentan muy mezclado.

Y nada más por hoy sino un gran abrazo de tu amigo

Francisco Ayala.-

FA/cvr


FECHA
12/04/1960
REMITENTE
Jorge Enjuto
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Jorge Enjuto a Francisco Ayala (12/04/1960)

12 de abril de 1960

Sr. Francisco Ayala

54 West 16th Street

Apt. 4 F

New York 11, New York

Apreciado don Paco:

Como le prometí en mi carta anterior, he estado ocupándome de su asunto y, después del necesario retraso que exige aclarar cosas tan profundas como son los problemas administrativos, aquí le envío los resultados. ¡Albricias! Tiene usted, si mal no me han informado, un total de $ 3,202.85 entre la Junta de Retiro (2,038.44) y la Asociación de Empleados del Gobierno Insular (1,664.4, Ahorros y dividendos). Como verá, es ésta una sensacional noticia que estoy seguro habrá de sorprenderle, porque nunca nos damos clara cuenta de lo que para una u otra cosa se nos deduce de los ya de por sí exiguos cheques. Esto, si mis esfuerzos en urgir su tramitación se ven coronados por el éxito, le servirá a ustedes para darse por Europa un viajecito de rechupete.

Vamos ahora a los trámites que tiene que cumplir para recibir este agradable regalo de los dioses.

1- Escribir una carta a don Jaime renunciado a su puesto en la Universidad. Don Jaime, muy a su pesar –y así me lo hizo saber– no tendrá otro remedio que contestarle aceptando su renuncia. Estaba bastante reacio a verle renunciar, pero cuando se enteró de la cantidad que ello suponía, no pudo menos de comprender la fundamentación de sus argumentos. De todas formas, aunque esto no pase de ser un trámite, comprendo perfectamente el sentimiento de don Jaime, porque hasta cierto punto, yo también lo experimento. Una vez que haya usted escrito la carta de renuncia, deberá escribir a su vez, al Sr. Francisco Rivera Brenes, Secretario Ejecutivo de la Junta de Retiro, notificándole de sus intenciones de retirarse definitivamente como miembro de la Universidad y del Gobierno de Puerto Rico. Esto hará posible que se inicien los trámites de devolución en la Junta de Retiro. Una vez que haya usted escrito estas dos cartas, pondré todos los medios a mi alcance para acelerar el proceso. Le estoy enviando todos los formularios que deberá usted llenar o firmar para los propósitos señalados.

Según me señala la Oficina de Personal Docente, desde el 10 de octubre de 1957, disfrutó usted de licencia sin sueldo. Le envío este dato en caso que quiera emplearlo en su carta de renuncia.

Hablando ahora de otras cosas menos prosaicas, aunque naturalmente nunca tan importantes, le diré que hemos recibido esta mañana carta de Damián Bayón. En ella nos dice que ustedes se van a París el día 22 de mayo y que el 1 de junio recibirán un flamante automóvil en el que piensan hacer un fenomenal viaje por toda la Península Ibérica. Aurorita, cuando tal leyó, dio grandes gritos de contento. Han de saber que se las ha agenciado, pese a mi natural y celtibérica renuencia, para conseguir una licencia de verano con el objeto de patearse la Península, diz que para buscar datos nuevos sobre Machado, de quien piensa, en un futuro próximo, publicar las obras completas. Yo todavía no había dado mi definitivo consentimiento, pero supongo que no me quedará otro remedio que acceder a su marcha, a pesar de la envidia que habré de sentir teniéndome que quedar sin este codiciado viaje.

Piensa salir de aquí a fines de mayo para quedarse unos dos meses, principalmente en Madrid. Quiere visitar Baeza y algunos otros paisajes machadianos –Soria, Sevilla, etc.– así que a lo mejor sus itinerarios se cruzan en algún momento. Espera verlos por allá, así que dennos detalles de su viaje y de cuando llegarán a la Villa del Oso y del Madroño.

Bueno, basta ya de lata y escriba las cartas de renuncia lo antes posible. Yo, por mi parte, trataré de activar, en lo que pueda, el reembolso de sus bien adquiridos dineros.

Un fuerte abrazo para los dos de este buen amigo que tanto les aprecia,

Jorge

eigo

Anexos: 3


FECHA
16/04/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Jorge Enjuto
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] FRANCISCO AYALA / 54 WEST 16TH STREET / APT. 4F / NEW YORK 11 N. Y.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Jorge Enjuto (16/04/1960)

16 de abril de 1960.

Mi querido Jorge: Ha sido ocasión de gran alegría para nosotros el saber que Aurorita, alias Gato, va a ir a Madrid para el mismo tiempo que nosotros, y que, no sólo tendremos ocasión de encontrarnos con ella con la debida frecuencia y siempre que su delicada salud lo consienta, sino probablemente, de llevarla con nosotros por las espléndidas highways, autostradas o autobahnen de la Madre Patria, a lo mejor con el aditamento de Damián, que parece animado a acompañarnos. Y estoy seguro, pese a su silencio, de que usted mismo surcará el piélago, o los aires por encima de él, pues no me cabe duda de que el Rector necesitará imprescindiblemente de su compañía y asistencia en el viaje que debe realizar a Europa. De modo que, desde ahora, ya le digo a usted: Hasta muy pronto, Jorge.

Nosotros llegaremos a París el 23 de mayo; en los primeros dias de junio estaremos en Madrid (tales son nuestros planes), y el 11 o 12 en Granada. Luego, no sé. Hasta el 19 de julio, dia que debo dar una conferencia en la Universidad de Berlín. Luego, iremos a Inglaterra. Dígame, por lo pronto, donde vivirá Aurorita en Madrid, para que no tardemos en dar con ella.

Encontrará usted adjunta a la carta la renuncia a don Jaime, y la otra a Rivera Brenes, así como los dos impresos firmados. Por supuesto, no es menester que yo reciba la respuesta del Rector. Cuando la haya firmado, úsela si es necesario en los trámites, y sólo cuando ya no haga falta ahí me la envía. Creo que con esos papeles tiene usted todo lo necesario. Quizás usted mismo tendrá que llenar alguno de los casilleros que a mí se me haya pasado. Es absurdo que sea necesario renunciar al puesto para disponer de su propio dinero, como si lo uno tuviera mucho que ver con lo otro. Pero es la burocracia, y no hay más que hablar. Usted quizás sabrá que yo pedí originariamente, por conducto de Gullón, que transfirieran esos fondos a la Asociación oficial de profesores donde ahora estoy cotizando, con lo cual, si alguna vez volvía a enseñar en la UPR, podría transferir de nuevo, aumentados, los fondos a donde ahora están. Eso parecía lógico, hacedero y conveniente. Dijeron que no. El único procedimiento es renunciar. Bueno.

Sabe cuánto le agradezco las molestias que se está tomando. Sé que son grandes, y muchas; pero sé también que sin ellas no andaría el carro ni patrás ni palante. Así es que…

Escriba.

Y reciban ustedes nuestros más cordiales abrazos.

Ayala.-


FECHA
19/09/1960
REMITENTE
Jorge Enjuto
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Jorge Enjuto a Francisco Ayala (19/09/1960)

19 de septiembre de 1960

Sr. Francisco Ayala

54 West 16th Street

Apt. 4 F

New York 11, N.Y.

Apreciado don Paco:

Recibí su carta con un poco de retraso y acto seguido le escribo a la Asociación de Empleados para que activen la devolución de sus bien ganados ahorros. Creo que los recibirá usted a fines de este mes o a principios del próximo.

Aparte de la carta cuya copia le envío, llamaré en uno o dos días al Secretario Contador personalmente para recordarle el caso.

Veo que lo pasaron estupendamente en el viaje, que tuvieron el placer de saludar a la dulce Violeta y a nuestro amigo José Arsenio. Aurorita a última hora no pudo hacer el viaje planeado. Como comprenderá me llevé un disgusto morrocotudo.

Bayón estuvo una semana con nosotros de regreso de Argentina. Ayer salió para Nueva York y tenía planes de buscarlos en la primera oportunidad. Don Jaime también se encuentra en Nueva York en estos días y no regresará hasta el 27. Supongo que como de costumbre tratará de comunicarse con ustedes a la primera oportunidad. El título de su nuevo cuento es realmente impresionante y se convertirá en un “best seller” con grandes posibilidades cinematográficas.

Le dejo ahora, puesto que esta carta no quiere ser una contestación a la suya que a su tiempo daré, sino simplemente para hacerle saber el cumplimiento de su encargo.

Reciba tanto usted como Nina un fuerte abrazo de este amigo que de veras les aprecia,

Jorge

ltb

Anexo


Notas

jaime