- FECHA
- 15/09/1955
- REMITENTE
- Francisco Ayala
- DESTINATARIOS/AS
- Jaime Benítez
- DESTINO
- S.l.
- ORIGEN
- Nueva York
- FICHA DESCRIPTIVA
[Carta mecanografiada con firma autógrafa]
- DEPÓSITO DEL ORIGINAL
- Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico
Carta de Francisco Ayala a Jaime Benítez (15/09/1955)
Nueva York, 15 de septiembre, 1955.
Queridos amigos Lulú y Jaime:
Aunque todavía indirectas, ayer tuvimos por fin noticias de ustedes por conducto de algunos amigos que se decidieron a escribirnos; y así, cuando nos prometíamos ver aparecer a Lulú con la encantadora primogénita, nos enteramos de que el hígado –y no sólo el hígado sigue dando qué hacer.
Es poco lo que nos ha llegado de la nueva ofensiva, o porquería, en marcha. Por los antecedentes que tengo, puedo colegir cuales son las fuentes individualísimas; y me parece que están dando las últimas patinadas. Pero, claro está, ignoro los factores más importantes del juego y temo que por carta no va a haber quien me revele el secreto de esfinge, si es que hay tal, pues a lo mejor pasa como en el cuento de Oscar Wilde.
Ya sé que don Luis regresó, pero tampoco tengo mayores noticias de su viaje, sobre todo en la última fase, que como experiencia era la más interesante. Supongo que habrá presenciado corridas de toros y perfeccionado su técnica de espectador impasible e interesado en el espectáculo. Ojalá haya sacado de todo lo que ha visto buenas lecciones en diferentes órdenes de cosas.
Nosotros fuimos sólo una vez a los toros en Méjico; a Nina chica le gustó la corrida y sacó infinitas fotografías que todavía no hemos visto reveladas. En realidad, ella ha sido quien más fruto ha sacado de nuestro viaje. Ha fotografiado en colores innumerables edificios, ha establecido contacto con los ambientes profesionales, ha conversado con diversos arquitectos, ha visto proyectos, y como todo esto le gusta mucho, ha aprendido al tiempo mismo que gozaba, agregando asi una experiencia más a su formación. Ahora, todavía no ha regresado a la escuela, pues este año el semestre empieza muy tarde: el 29.
En cuanto a mí, ya he estado esta semana en Princeton, haciendo contacto con la gente de allí (no todavía con los estudiantes, sino con la gente del departamento y los jóvenes profesores que van a trabajar a mi lado). La impresión ha sido magnífica, pues me he encontrado por parte de todos la acogida más cordial. Hemos discutido el plan de trabajo, y pronto me dí cuenta de que esperaban, no sólo que dicte un curso, sino que organice y dé estructura a lo que hasta ahora ha venido siendo un proyecto vacilante y un tanto desflecado. Creo que puedo hacerlo, pues se trata de un tema que yo he trabajado bien y mucho durante años, y por otra parte no soy tan viejo como para poner mi vanidad y mis manias por encima de los intereses objetivos que se me confían; así es que tengo la esperanza de hacerles un trabajo útil, tanto más que, si no me engaña la primera impresión, contaré con la buen fe y mejor voluntad de los que han de ser mis colaboradores, sin lo cual poco podría hacerse en un semestre. Esta experiencia será muy buena para mí desde diversos ángulos; en realidad, es mi primer contacto verdadero con los americanos.
Ayer recibí una carta de Torres-Rioseco donde, en el tono jocoso que constituye su estilo personal, se lamenta de la impericia del fotógrafo a quien confió la tarea de inmortalizarnos ante los libros de la Editorial, y me envia unas películas (las mismas que yo incluyo en esta carta) como prueba del fracaso. Yo creo que no van a servir de nada, sobre todo por el retraso con que llegan; porque, mejores o peores, siempre hubiera podido hacerse algo con ellas si hubieran llegado antes. Por verguenza, no se las remitió directamente a usted como había quedado en hacer.
Incluyo también el informe reglamentario sobre mi viaje. El punto relativo a Cline debo complementarlo: ya he recibido la invitación oficial, y la designación de miembro de una mesa redonda sobre Latinoamérica; las reuniones son en Princeton, los dias 28 y 29 próximos. Me gustaría recibir de usted alguna directiva, o al menos su conformidad sobre que conviene obtener una recomendación en el sentido indicado, o qué si no.
Me ha llegado una postal de Bayón, muy eufórico, desde Santa Margarita, diciendo que su libro va por la pag.50. Por el tono, me doy cuenta de que no le envío usted mi feroz misiva. Más vale así. Después de todo, hay que tener indulgencia con los amigos y sus pequeñas desconsideraciones y egoismos, cuando hay tanto hijo del procomún suelto por ahí y dispuesto a amargarle la vida al lucero del alba.
Aunque de buena gana me pasaría horas y horas escribiéndoles, como las que solía pasarme bajo el palo de su casa charlando de lo divino y humano, y también de lo inhumano y de lo infrahumano, por carta no podría hacerlo sin demasiado cansancio de los lectores y del que escribe. Así, pongo punto, y me prometo reanudar el hilo cuando tenga respuesta de ustedes.
Un gran abrazo (familiar). Cordialmente les quiere
Ayala.-