Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (14/03/1964)
14 de marzo
de 1964
Querido
Ricardo:
Hoy
tenía que escribirte para lo que enseguida te diré, y cuando me disponía a
hacerlo recibo tu carta fecha de ayer al mismo tiempo que el libro de Gredos
(el de P.R. aun no ha llegado; esa gente tiene la costumbre de no contestar: a
Eugenio le envié un artículo de un italiano, y ni siquiera ha acusado recibo).
También acabo de leer el comentario crítico que Javier dedica a El as de bastos en Insula; le escribo una carta que te incluyo para que se la des;
pues supongo que vive contigo.
Bueno,
la cosa que quería decirte es que, como sabes, Dacal se ha ido de New York
University, a renglón seguido Molina, quien, invitado por la Universidad del
Estado de Massachussetts como full professorcon 14,000, presentó el ultimatum a NYU, la cual accedió a darle iguales
condiciones, no obstante lo cual, para estupefacción general, y probablemente
por decisión de tu prima, decidió renunciar, aceptando el nuevo puesto. Con eso
son tres las vacantes que se han producido en nuestro departamento y sección;
de modo que ayer el chairman se apresuró a invitarme, prometerme subida de
sueldo, y pedirme consejo acerca de personas con quienes cubrir las vacantes.
Excuso decirte que tu nombre fue el primero y en cierto modo el único que le
recomendé, advirtiéndole que tu sueldo ahí es astronómico y no podrían persuadirte a venir si no lo
igualan al menos, pues la ventaja de estar en Nueva York, que ellos cotizan,
implica renunciar a otras de que ahí dispones con holgura de gran señoritón.
Pienso también que a I. M. lo traeremos desde luego. Por lo que a tí se refiere
me pidió que te sondee dándole copia de la carta que te escriba –adjunta va–, y
el original de tu respuesta, que a su vez debe ser redactada al efecto, con el
aditamento de un desarrollo confidencial para mi propio consumo. Ya verás cómo
te planteo la cuestión. Quisiera que todo pudiera hacerse; te imaginarás cuánto
me ilusionaría la perspectiva de que nos encontremos juntos en la gran urbe. Salvo
tu mejor criterio, creo que debieras contestar diciéndome que te agradaría por
tales y cuales razones venir aquí, aunque por tales y cuales otras sentirías
dejar eso, e indicando cuáles son las condiciones en que ahí te
encuentras. Pero yo creo que tú tienes
ya el colmillo mucho más retorcido que yo en estas gitanerías, y nada tengo que
decirte. Los tipos están escarmentados con estas defecciones, después de la de
Casalduero, y yo les traté de meter la peste en un canuto señalando el camino
de perdición a que su tacañería los empuja. Sería buenísimo que pudiera
lograrse tu venida y, tal como están las cosas, no me extrañaría que te den lo
que pidas.
Me
alegro que te haya parecido bien mí artículo sobre el realismo y la carta a
Rodríguez Alcalá. No se te ocultan las dificultades que esta carta presentaba,
y la necesidad que había de publicarla, dado el modo como la gente entiende –quiero
decir, no entiende– los propósitos literarios.
No
te escribo más, pues tengo que hacer las otras cartas, para tí y para Javier, y
quiero echar el sobre al correo hoy mismo, de modo que el lunes tengas todo en
tu poder.
Saludos,
y un gran abrazo de
Ayala.-
[Carta adjunta]
14 de marzo
de 1964
Sr.
D. Ricardo Gullón,
Universidad
de Texas,
Austin,
Texas.
Querido
Ricardo:
Quizás
estarás informado de que Ernesto Dacal va a dejar nuestra universidad para el
curso próximo, lo cual nos plantea la necesidad de sustituirlo.
Entre
los nombres que entran en consideración, el tuyo figura muy en primer plano. Te
escribo, pues, por encargo del Chairman de nuestro Departamento, Professor
Starr, para preguntarte si estarías dispuesto a incorporarte a esta casa de
estudios, y en qué condiciones aceptarías unirte a nosotros.
Para
mí, personalmente, sería una gran satisfacción colaborar contigo, y creo que tu
venida representaría mucho para todos aquí.
Te
ruego que me contestes con la mayor rapidez posible, pues como bien
comprenderás luchamos con los apremios del tiempo.
Mis
cordiales saludos a mis amigos de ahí, y para tí un cordial abrazo de tu
compañero
Francisco
Ayala.-