Las cartas de Francisco Ayala sobre

Rutgers University

Rutgers University (Nueva Jersey).

Entre 1958 y 1965, Ayala simultanea sus cursos en Bryn Mawr College y después en New York University con los que imparte en la ciudad de New Brunswick, cuyas materias –Literatura Española Contemporánea; Teatro Español del Siglo de Oro– a veces coinciden.


En Recuerdos y olvidos (1906-2006), Ayala dedica un capítulo a esta universidad, donde entró en contacto con Estelle Irizarry, futura estudiosa de su obra.

cartas 1 al 5 de 24
FECHA
23/12/1957
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
Valencia
ORIGEN
64 College Road, Princeton, New Jersey
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] PRINCETON UNIVERSITY / PRINCETON, NEW JERSEY / Department of Modern Languages and Literatures

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (23/12/1957)

23 de diciembre de 1957.

Querido Vicente: Por fín! llegó carta tuya. Sabía, por noticias indirectas, que andabas por Francia, por Inglaterra, y que arrastrabas por esas antiguas e ilustres tierras un soberbio catarro, el cual, por lo que ahora me dices, te está durando más que un traje de pana; pero como nadie tenía otra dirección para escribirte que esta misma de Valencia, me aguanté las ganas de hacerlo hasta saberte de regreso. Y ahora lo hago a vuelta de correo.

Empezaré por nosotros. Lo hemos pasado y estamos pasando muy bien, y desde luego el haber podido disponer de tu casa ha sido estupendo. Incidentalmente, contesto a tu pregunta; todos los fines de mes ingreso en tu cuenta del banco $100, y desde luego no pago el alquiler a la universidad. Además, todas las cuentas que vienen, agua, electricidad, teléfono, etc., las pago, como es lógico. No sé si alguna se habrá escapado, y te la habrán pasado a tí; pero esto ya lo arreglaríamos a tu regreso, de lo cual tendremos tiempo, dado que piensas llegar del 24 al 26. Así podremos charlar despacio, ya que no pudimos hacerlo antes de tu partida. Te imaginarás cuanto deseo tengo de conocer los resultados de tu investigación, y tanto más después de que me anuncias lo interesantes que han sido. En fin, de eso y de otras muchas cosas, hablaremos con calma, pues yo pienso estar en Estados Unidos hasta el primero o primeros dias de febrero. Una de las razones es que Nina, nuestra hija, ha decidido casarse, y están para fijar la fecha, que será en los meses próximos; lo cual ha robustecido mi deseo de encontrar un puesto permanente no demasiado lejos de Nueva York; y dado que aquí, en Princeton, no ha [sic] posibilidad, tengo hechas unas cuantas gestiones, de las que acaso cuaje una en Rutgers, que no estaría mal. De todos modos, he pedido a Puerto Rico ampliación de la licencia sin sueldo hasta principio del año académico próximo, pues en este tiempo, y acomodándome en nuestros planes a las conveniencias matrimoniales de nuestra hija, haré algún viaje a Hispanoámerica, y con eso me daré un plazo para ver si consigo no regresar a Puerto Rico. Por cierto, ayer estuvimos con los Granell (él ha venido a psar [sic] sus vacaciones en Nueva York) y nos contó cómo siguen las cosas por allá. Aunque no lo creas, todo sigue en iguales términos, aunque la impresión es que a Benítez ya no hay quien lo desaloje de la rectoría, tal cual yo siempre he pensado. Pero esa es una historia demasiado aburrida para dedicarle ni una linea más.

Mrs. Dorman hace ya un montón de dias que no aparece, a raiz de uno de nuestros weekends en Nueva York. Se llevó el gato, para traerlo como solía el martes siguiente, y pidió prestados $10. Desde entonces no ha vuelto, a lo mejor por estar enferma, a lo mejor por no poder pagarlos, pues los pobres tienen con frecuencia un pudor del que carecen los ricos. Nosotros no la hemos buscado, por que no piense que se trata de eso, y además porque Edmund, que es quien sabe donde vive, se ha mudado a Princeton, y además anda el pobre demasiado ocupado y preocupado con el mal estado de salud de su mujer, que tuvo, como sabrás, una crisis nerviosa y tuvieron que llevarla a un sanatorio.

Esa es, casi, la única novedad por aquí, y como puedes ver, bastante penosa; aunque yo creo que la cosa no es grave.

De otras cosas, tan sólo que a Claudio le ofrecieron un puesto en Bryn Mawr, y al decirlo aquí se han apresurado a ofrecerle el ascenso para que se quede; y no sé, y creo que él mismo no sabe, a la fecha, lo que en definitiva hará.

Bueno, para qué prolongar más esta carta, si dentro de unas pocas semanas vamos a poder charlar largo y tendido.

Nina te envía sus cariñosos saludos, y yo un abrazo. Tuyo

Ayala.-


FECHA
03/02/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ángel del Río
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con anotaciones a mano y firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
The Hispanic Society of America

Carta de Francisco Ayala a Ángel del Río (03/02/1958)

Nueva York, 3 de febrero de 1958.

Querido Angel:

Vuelvo a escribirle, según me recomienda, para que reciba una oleada de aire fresco (y no está poco helado el que hoy tenemos), desde esta tierra que hoy respira, satisfecha de poseer su planetita artificial. Y lo primero, quiero darles a ustedes la noticia, que a lo mejor ya saben por Carmencita, de que nuestra hija ha resuelto seguir la misma senda, y va a casarse dentro de pocas semanas. Nosotros estamos muy contentos, no sólo por que ella lo está, sino también por las condiciones del muchacho, que nos parecen excelentes.

Por lo demás, esto ha venido a alterar nuestros planes inmediatos, que consistian en un viaje a Sudamérica. Hasta que sea la boda ya no hemos de movernos de aquí, como es natural; y después, no sé si quedará mucho tiempo para viajes, pues he aceptado ir a Middlebury, como supongo que usted ya sabe.

Por supuesto, ya se nos había ocurrido, en consulta con los amigos, que un buen puesto para mis propósitos sería Yale; y el mismo inconveniente, o circunstancia, que usted llama por su nombre, es lo que tapona ahí. Personlamente [sic], tengo buenas relaciones con él; pero según me dice Peyre, tanto Arrom como el chairman tienen cierto temor a la presencia de un bípedo en su ambiente. De cualquier modo, no está excluido. Pero he aquí que en Rutgers, cuyo emplazamiento geográfico es ideal para mí, no pudiendo ser Nueva York mismo, están interesados y parece que van a proponerme: sólo esperan la hora de aprobarse el presupuesto, pues han de crear la plaza de full professor que me ofrezcan; pero parece que las perspectivas son bastante firmes. El único que, según me dicen, sería algo “reluctante” es el viejo Charles Stevens. Si usted tiene relaciones con él, no estaría demás que le pusiera unas lineas diciéndole que sabe está en consideración la idea de incorporarme ahí, y lo que se le ocurra a usted en apoyo de la misma. En cuanto a Princeton, quisieran que me quedara; y si hubiera en el departamento alguien con iniciativa e imaginación, buscarían la manera; pues el problema es que son pocos los alumnos para tantos profesores. Pero de todas maneras, y a la expectativa de que las cosas se consoliden más tarde, me dicen que me invitarán para el año próximo, si estoy disponible: es decir, si no he hecho un arreglo permanente en otro sitio. De modo que sabe como están las cosas, en lo que a eso se refiere.

En Puerto Rico, la posición de Benítez parece definitivamente consolidada; pero la verdad es que sólo me escribe para pedirme algún favor u opinión; nadie se molesta en enviarme las cosas, ni siquiera las publicaciones de mi oficina; así es que sé –por un anuncio del N.Y. Times– que salió el número de La Torre dedicado a J.R.J.; pero no me ha llegado todavía; y la palabra “todavía” le indicará a usted que no dejo de ser un optimista. Allí nadie escribe, sino versos; toda la actividad se escapa por la boca, por la pluma o por la bragueta; y eso, cuando hay alguna actividad. Lo cual, lo dicho sea entre paréntesis, no está nada mal, hay que reconocerlo.

Yo también creo que el Premio Nobel puede muy bien darnos un día la news de segundas nupcias, envidioso del prestigio ganado por la otra gloria nacional. Después de todo, para lo que le cuesta, ¿por qué no? Él ni siquiera toca el violoncelo, de modo que para largar al aire místicos suspirillos de monja y tener quien le zurza los calcetines y le prepare las ingentes moles de comida que líricamente consume, bien puede considerar que París bien vale un sacramento del santo matrimonio. No en vano la palabra mejicana chingar, como el correspondiente verbo español castizo, poseen dos acepciones, de las cuales la directa compite desventajosamente con la figurada; y a ésta se atiene con encarnizamiento nuestro delicado vate de Moguer (sin Palos).

A propósito del sentido figurado de ese verbo: don Américo partió, breves días ha, cargado de fichas y libros, hacia Houston. A causa de tan erudita carga, hizo el viaje en tren; y como el tren que le convenía no tenía parada en Princeton obligó a un joven profesor y antiguo discípulo suyo a realizar gestiones para obtener de la compañía que se detuviera el convoy. Gestiones, por lo demás, infructuosas, pues la vividura norteamericana impide comprender a los encargados del servicio cuan señalado honor sería para la empresa rendirle tal acatamiento. Total, tracatá, a tomar el tren a Trenton...

Lloréns llegó, tan animado, después de su viaje: he pasado con él cinco dias, y ha sido un gusto recoger así, despacio, las impresiones y opiniones recibidas durante esa experiencia, tanto más viva por haberse cumplido tras los años de casi esclavitud en que su bondad lo tuvo. Las impresiones que usted me da sucintamente acerca de España, él las ha confirmado y extendido, explayándose debidamente.

Bueno, termino. Déle a Amelia nuestros cariñosos saludos, y reciba un abrazo muy cordial de

Francisco Ayala.-

420 E. 64th Street (Apt. E. 3j)

NEW YORK, 21, N.Y.

[Escrito a mano:] Perdone una carta tan mal escrita, y rómpala enseguida.


FECHA
09/05/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (09/05/1958)

9 de mayo de 1958.

Mi querido Ferrater:

Dada la fuerza de tu imaginación, no necesitarás que te diga cuánto te he agradecido tu carta, que recibo en este momento. Y prueba de ello es que, contrariando todas las previsiones y la lógica misma de la naturaleza, me instalo ante la maquina de escribir, desdeño por un rato las incitaciones de la popularidad que me asedia, y me aplico a la actividad cuyo fruto son las lineas que tendrás ante los ojos si el correo se digna cumplir su cometido. En realidad, es sólo un aparente desdén, pues si sacrifico por un momento glorias efímeras, nunca más largas que la indigestión producida por un banquete, es a cambio de la más duradera que aguarda al tomo de nuestra correspondencia. Pero si los curiosos lectores de épocas venideras acudieran a ella en busca de mis impresiones sobre el Buenos Aires del año crucial de 1958, buen chasco van a llevarse. Cuando nos veamos, si aún dura para entonces el posible interés del asunto, te contaré verbalmente (pues que la butaca es siempre más cómoda que el sillín mecanográfico) lo que quieras saber de ello. En cambio podrán averiguar esos lectores, cuya hipotética legión probablemente se reduzca en verdad a algún que otro curioso erudito, que he visto la maquete [sic] de tu Diccionario, verdaderamente impresionante, y que López Llausás me ha comunicado su intención de remitirte por via aérea, sin reparar en erogaciones, el primer ejemplar de la obra; que están todos orgullosos de sacarla a relucir, y que ocasionalmente (esto es, con ocasión de haberme quejado yo del despojo inicuo por parte de Losada de mis legitimas ganancias sociológicas) el gran Antonio, quizás para que vea yo la diferencia de editorial a editorial y who is who in Argentina, me dijo, sin advertir que podía morirme de envidia, lo que piensa que vas a cosechar tú con tu libro.

No creas que no tuve yo una pequeña crónica de tu paso por la Isla de la Simpatía, cúyo es el apodo que le enjaretó el Cansado de su Nombre: el mundo es chico, y no sóla la susodicha, y mi sistema de espionaje no omite rincón de la tierra.

Aún no tuve noticia alguna de Rutgers; por lo visto, Rodríguez Alcalá debe de irse para ganar más en sueldo y categoría; si de aquí al lunes no he tenido news le escribiré a Vázquez Amaral, o a Pane, urgiéndoles, para saber a qué atenerme. Claro está que eso de Baltimore sería excelente; y para qué te cuento la alegría que me produce saber que has tenido oportunidad de hacerme ese bien. En efecto, no hay que dejarlo de la mano. Veremos si de un modo o de otro me traslado a Tierra Firme. Lo de la charla (yo procuraría que fuese impresionante, como sugieres) tienes que arreglarlo tú.

Mi novela saldrá a principios de junio. Voy a pedir que te manden un ejemplar a París, para que mates un poco el aburrimiento que, como es notorio, produce ese pueblito, y sobre todo para que apagues con su lectura las nostalgias americanas que te asaltarán sin duda tan pronto como abandones este Continente, –pues se trata de una novela “americana”.

A mi hermano José Luis y a Rosa, su mujer, le dí los recuerdos de ustedes, y estuvimos hablando un buen rato acerca del pasado y presente, dejando al futuro que hable por sí mismo. Ellos están bastante bien; a mí me encontraron muy viejo.

Y termino, pues no quiero quitarte mucho de tu importante tiempo.

Saludos muy afectuosos de Nina para todos ustedes, y un abrazo de

Ayala.-


FECHA
04/06/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Buenos Aires
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (04/06/1958)

Buenos Aires, 4 de junio de 1958.

Ésta es la fecha, querido Vicente, en que todavía no he recibido noticias de los amigos de Rutgers, no ostante [sic] haberselas pedido con apremio. Y ya me dispongo a regresar; dentro de dos dias iré a Chile, y no más tarde del 18 estaré en Nueva York, con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide. En fin, como podrás ver, la negligencia no es peculiaridad hispana, ni se reduce al trópico, sino que se ha extendido por la corteza de la tierra hasta invadir esa fortaleza del activismo que conocemos bajo la sigla USA.

Mi estada aquí ha sido particularmente afortunada. Quizás porque uno va llegando a viejo, quizás porque he tocado en unos artículos temas de enseñanza que afectan a muchos millares de maestros y millones de padres de familia, quizás porque el distinguido huesped se marcha y no acepta las cátedras que le han ofrecido, el caso es que, por primera vez en la vida, y espero que también por última, me he visto envuelto en las auras de la popularidad, consistentes en interviús de radio, conferencias de prensa, mesas redondas, etc., todo menos pedidos de autógrafos y retratos. Conclusión: que no sé como eso le gusta a la gente. El único balance positivo es que mis cosas editoriales se han activado, y la novela está para salir, seguida de corto por otras macanas y refritos.

De todo, te contaré cuando, dentro de no muchos dias, nos veamos; perspectiva que descorazona de prolongar este tecleo. Le pongo fin, prometiéndote también comentarios acerca de la política local, que tiene lo suyo.

Si Ferrater está aún ahí, lo cual no me extrañaría demasiado, visto como está el viejo mundo, dale mis noticias.

Saludos afectuosos a todos los amigos, y para tí un abrazo

Ayala.-


FECHA
15/08/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Max Aub
DESTINO
S.l.
ORIGEN
420 E. 64th Street
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] FRANCISCO AYALA / [Añadido a máquina:] 420 E., 64th Street (Apt. E. 3j) / New York 21, N.Y.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Max Aub

Carta de Francisco Ayala a Max Aub (15/08/1958)

15 de agosto de 1958

Querido Max:

En efecto, estuve en Buenos Aires, y allí te firmé el ejemplar de ese libro que espero hayas leido, y saber qué te pareció.

Al llegar aquí de regreso me encuentro tu Torres Campalans, del que ya había oido hablar en Buenos Aires. Lo he leido inmediatamente, y he gozado tanto como no te imaginas. Es una de tus mejores novelas (casi iba a decir la mejor), y un formidable bromazo, con muchísima miga. Si nos vemos, como deseo, a tu paso por aquí, te hablaré más al detalle.

Precisamente en los primeros días del mes próximo, no sé aún la fecha exacta, debo incorporarme a la Universidad de Rutgers. Lo mejor será que me anuncies tu llegada y hotel donde hayas de parar, escribiéndome unas lineas a esta dirección, que es la de mi hija, y ojalá podamos encontrarnos, para lo cual yo haré lo imposible.

Saludos, y abrazos

Paco.-