Carta de Francisco Ayala a Jaime Benítez (18/01/1957)
París, 18 de enero de 1957.
Queridos amigos Lulú y Jaime:
Pueden imaginarse lo “desapontados” que quedamos al comprobar,
después de tanto haberlo esperado, que Jaime había renunciado a venir. Y, en
verdad, no fuimos nosotros sólos quienes nos impacientábamos esperándolo, pues
además de Caillois, que estaba avisado, y los jóvenes Enjutos, que lo sabían
por nosotros, también José Bergamín, por un lado, y Eduardo Mallea (ahora
embajador ante la Unesco) por el otro, tenían ganas de conocerlo personalmente…
Bueno, no vale la pena de darle más vueltas a eso, que es agua pasada. Hablemos
mejor de lo presente y lo venidero, que interesa más.
Nuestro propósito al quedarnos una pequeña temporada en París era
(como les decía en mi carta anterior), 1º descansar un poco los molidos huesos,
después de tan continuo viaje; y 2º escribir yo alguna cosa, para que no se me
olvide el ejercicio de las letras a fuerza de practicar exclusivamente el
oficio de chofer. Respecto de lo primero, realmente hemos descansado –y yo,
personalmente, más de lo que quisiera, pues ahora me he tenido que pasar una
semana en la cama con la grippe correspondiente–; y en cuanto a lo segundo, he
escrito, sí, pero menos de lo que me proponía, en parte por la circunstancia de
la susodicha grippe, y en parte por culpa del buen tiempo, que está siendo
delicioso, fresco o incluso muy frío, pero claro y seco, de modo que quién se
mete en casa a borronear cuartillas estando ahí al lado los Campos Elíseos y
todo lo demás?
En definitiva, creo que se acerca ya el momento de asomar siquiera
las narices, ya que no zambullirse, en el mundo no-occidental, para ver con qué
se come eso, y no saberlo sólo por los periódicos. Estamos trazando un plan
ambicioso, que consiste en visitar por lo pronto los países musulmanes
“potables”, empezando por Turquía, y luego seguir hacia la India, detenernos
allí algún tiempo, ver alguna gente, algunas universidades (para lo cual ya
estoy haciendo las conexiones), y luego seguir hacia las Islas Filipinas que
desde hace mucho tiempo y por razones obvias me interesan bastante; en fin,
saltar hasta el Japón y quedarnos allí durante la última etapa de la licencia,
para regresar dando la vuelta al mundo. De esa manera, le habré echado una
mirada al mundo que ahora comienza a levantar cabeza, después de haber recibido
aquí impresiones contradictorias de las que hablaremos despacio cuando vuelva y
podamos sentarnos a charlar bajo el palo. Qué les parece el plan? Verdad que es
bonito? Sólo presenta un inconveniente, contra el cual estoy luchando en estos
momentos, y es mi escasez de $$$, pues, a pesar de nuestras proverbiales
habilidades administrativas, aquí es todo tan caro que, en definitiva, no nos
alcanza lo que tenemos para cubrir los gastos, aumentados todavía por la
instalación de nuestra Nina, que ahora empezará a trabajar, pero que hasta
ahora, y a pesar de la beca… De modo que, en estos momentos, mi principal
actividad intelectual consiste en combinar y urdir, apelando a las posibles
fuentes de aprovisionamiento. La cuestión es que debemos comprar todo el
trayecto de avión de un golpe, pues si no resulta mucho más caro, y para lograr
esta indispensable economía hay que tener el dinero en mano ahora. De eso me
ocupo; si puedo conseguirlo pronto, volaremos a Turquía de aquí a 15 o 20 dias.
Por supuesto, les avisaré siempre de nuestra dirección en cada momento y lugar.
Hemos leido con mucho interés los papeles descriptivos de su misión
relacionada con el premio Nobel a Juan Ramón. Muy bueno ha sido que los
franquistas no hayan podido capitalizar el precio de nuestro “jenial” poeta;
por cierto ya acusaron el golpe en sus periódicos (Mundo Hispánico, por ejemplo).
Bueno, ocurre que cuando uno tiene muchas cosas que quisiera
comunicar, el espacio de una carta se hace breve, y se termina por no decir
nada. Ya tendremos ocasión de charlar infinitamente a nuestro regreso.
Vieron que salió en Sur
mi artículo sobre el Nacionalismo sano y el otro? A Victoria no la he visto;
nos hemos desencontrado como quien juega al ratón y al gato, y ahora ella
estará de regreso en Buenos Aires.
Termino. Muchos y muy cariñosos saludos a todos en la casa, y
algunos fuera de ella (administren estos últimos a su discreción). Para ustedes
un fuerte abrazo de su amigo
Ayala.-
En mi anterior les decía que me dirijan cualquier correspondencia
al American Express, rue Scribe, 9, pues ya no estamos en la Ciudad
Universitaria. Seguramente han traspapelado esa carta, pues el telegrama y
luego la carta de Jaime, venían a la antigua dirección. Ahora vivimos en el
Hotel Sévigné, 6 rue Belloy, París 16e; pero es preferible el American Express,
por si de pronto cambia uno de alojamiento.