Carta de Francisco Ayala a Emir Rodríguez Monegal (02/12/1966)
2 de
diciembre de 1966
Mi
querido Rodríguez Monegal:
Perdóneme
que haya tardado algo en contestar a su carta de 25 de octubre. No sé si le
dije que mi arreglo con esta universidad me permite estar fuera la mitad del
año, pero eso es a condición de concentrar el trabajo de todo él durante el otro
medio año, con lo cual estoy bastante cargado de ocupaciones docentes. Y los
fines de semana suelo ir a Nueva York para estar con la familia. Esa es la
razón de mi demora.
Le
envio con esta carta otra narración de la serie Días Felices, para que vaya publicada con la que ya tiene en su
poder. Quizás podría encabezar ambas con el título común; creo que sería lo
mejor.
Aunque
no me han seguido mandando la revista después de aquellos dos números iniciales
que usted me hizo remitir por correo aéreo, la leo aquí (esta universidad tenía
ya una subscripción, y yo he hecho pedir otra más a la biblioteca), y encuentro
que siempre tiene mucho que leer. Este criterio o prueba (las cosas que uno lee
o no lee en cada número de una revista) sirve bien para medir su éxito. Y como
alguna vez he tenido que bregar con los problemas de tales publicaciones, y
conozco bien las dificultades, tengo que felicitarlo a usted muy cordialmente
por los resultados de su esfuerzo.
Tengo
intenciones de pasar una temporadita no muy larga, pero tampoco fugaz como la
vez pasada, en París, donde creo que daré alguna conferencia en el instituto de
Aubrum o algun otro sitio, y calculo que será hacia finales de abril o
principios de mayo, pues antes debo ir a España en relación con una edición de
mi obra narrativa en uno de esos gruesos volúmenes de Aguilar, y por otras
razones de índole no editorial. Espero que para entonces nos encontremos, y que
tengamos ocasión de cimentar mejor una amistad que hasta ahora ha sido a la distancia
y por señales intermitentes, con encuentros muy pasajeros.
Cordialmente
le envía sus saludos
Francisco
Ayala.-