Alfonso Reyes
1889
Granada
Granada
- 1959
Escritor y diplomático, residió exiliado en España entre 1914 y 1924,
donde trabajó en el Centro de Estudios Históricos, y en Buenos Aires, como
embajador de su país, entre 1927 y 1930; allí trabó amistad con Victoria Ocampo
y con Jorge Luis Borges, entre otros.
En 1939 preside la Casa de España en
México, que más tarde será el prestigioso Colegio de México, fundada por
refugiados de la Guerra Civil española, a los que ayudó a asilarse junto a
Daniel Cosío Villegas. En el número 15 de la revista
Realidad (Buenos Aires, 1949) publicó el ensayo “Goethe y la
filosofía del dibujo”. Francisco Ayala se encontró con él en 1951, en su primer
viaje a México.
cartas 1 al 2 de 2
Carta de Alfonso Reyes a Francisco Ayala (07/01/1950)
México, D. F., 7 de enero de 1950.
Sr. don Francisco Ayala,
C/o Sur,
San Martín 689,
Buenos Aires,
ARGENTINA.
Mi querido amigo Francisco Ayala:
Así, sin literatura, me ha saltado el corazón al leer su nota "Plenitud del hombre de letras" en el número 180 de Sur. Descontados los generosos elogios, yo también creo como usted que voy acompañando con mi vida y con mi conducta los funerales de una época. Pero nada muere definitivamente en el espíritu. Ahí queda eso por lo que valga, y que sigan los de mañana. Entretanto, mi noble amigo, gracias de todo corazón. Que disfrute usted en este año la felicidad posible y que continúe sus fecundas tareas. Muy suyo
Alfonso Reyes
Av. Industria 122,
México, 11, D. F.
Carta de Alfonso Reyes a Francisco Ayala (21/06/1952)
México, D. F., 21 de junio de 1952.
Sr. don Francisco Ayala,
Universidad de Puerto Rico,
Río Piedras,
Puerto Rico,
Mi querido amigo don Francisco:
Gracias
por su carta del 16. Me llena de júbilo su interés y el de esa Universidad por
mi Ilíada. De los cuatro puntos que
usted propone, y previa consulta con el Fondo de Cultura Económica, editor con
quien he celebrado el contrato de mi edición, el único punto posible es el
número 3: que ustedes manden comprar los ejemplares que necesiten de lo ya
publicado, y nada más. Otra cosa no sería posible.
Lo
recuerdo siempre con altísima estimación y muy vivo afecto; y no quiero decir "admiración" porque es una palabra que se ha gastado. Un abrazo cordial.
Alfonso
Reyes,
Av.
Industria 122,
México
11, D. F.
AR/jat.