- FECHA
- 08/01/1960
- REMITENTE
- Francisco Ayala
- DESTINATARIOS/AS
- José Luis Cano
- DESTINO
- Av. de los Toreros 51. Madrid
- ORIGEN
- Nueva York
- FICHA DESCRIPTIVA
[Carta mecanografiada con firma autógrafa]
- DEPÓSITO DEL ORIGINAL
- Biblioteca del Centro Cultural de la Generación del 27
Carta de Francisco Ayala a José Luis Cano (08/01/1960)
New York, 8 de enero de 1960
Mi querido Cano:
Mil gracias por su carta de 28 de diciembre pasado, y por la noticia que me da sobre la aparición en el número de febrero de Insula del artículo de la Sra. Maslow. Como usted comprenderá perfectamente, el público que más me interesa alcanzar es el de España; y ya que, por decisión de la imprevisible censura, el libro se está vendiendo ahí, hay que procurar que haga el mayor impacto posible. Que tiene capacidad para hacerlo, me consta por la reacción de muchas almas sensibles, que se sienten insultadas por su crueldad, o crudeza; en verdad, porque pega donde duele, como ciertos certeros puntapies. Es lo único que puede hacer uno –digo, ese uno que es el escritor– si acaso puede hacer algo; y creo que eso es más eficaz que la propaganda, y la política, de que se rien a carcajadas quienes de sus malas artes saben mucho más que uno.
Pienso ir a Madrid en Junio, bien a comienzos, para visitar Andalucía, que es mi tierra natal, pero de la que sólo conozco la ciudad de Granada, antes de que se eche encima el demasiado calor. Entonces, si no hay novedad que lo impida, nos veremos y podremos charlar con la amplitud que deseo.
El proyecto de revista espero que cuaje; pero no tengo prisa, ni voy a precipitar las cosas, que están marchando por sus pasos. A la edad que uno tiene, y después de las pasadas experiencias, no vale la pena de lanzarse a tal empresa si no es en condiciones de que tenga eficacia plena. Y creo que podremos llegar a ello. Esta es una de las tantas cosas sobre que hemos de conversar cuando yo vaya.
Cierto que Ricardo está muy refractario a regresar. Me parece que el año que viene va a irse a Texas, donde tiene una oferta. Pero el hombre está malhumorado, epistolarmente taciturno, de un pesimismo que sólo en términos metafísicos se justificaría, y a mí tampoco me escribe sino cuando ya no tiene más remedio. Desde el verano no lo he visto, pues en estas navidades no se ha dado por acá la vuelta que otros años se consintió. Espero, sí, encontrarlo antes de salir yo para Europa.
Termino, querido Cano, deseándole en el año que comienza las mismas cosas que para mí mismo deseo, y enviándole un gran abrazo.
Su amigo
Francisco Ayala.-